Nació en una familia de la pequeña burguesía de Ostende. El padre de Ensor era de origen inglés, y su madre era flamenca. Fue un mal estudiante, que abandonó la escuela a los quince años de edad para comenzar a formarse con dos pintores locales. De 1877 a 1880, estudió en la Academia Real de Bellas Artes de Bruselas, donde tuvo como compañero de clase a Fernand Khnopff. Celebró su primera exposición en 1881.
Mientras las primeras obras de Ensor, como Música rusa (1881) y Los borrachos (1883), muestran escenas realistas en un estilo sombrío, su paleta posteriormente se aclaró y favoreció temas progresivamente extraños. Pinturas como Las máscaras escandalizadas (1883) y Esqueletos peleando sobre un hombre ahorcado (1891) muestran figuras con máscaras grotescas inspiradas en las que se vendían en la tienda de regalos de su madre durante el carnaval anual de Ostende. Desde 1880 hasta 1917, tuvo su taller en el ático de la casa de sus padres.
Durante los últimos años del siglo XIX, gran parte de su obra fue rechazada como escandalosa, en particular su pintura Entrada de Cristo en Bruselas (1888), pero sus cuadros siguieron exponiéndose, y poco a poco consiguió aceptación y aplauso. Para el año 1920 era protagonista de grandes exposiciones; en 1929 el compositor belga Flor Alpaerts acabó la «Suite James Ensor», y Ensor recibió el título de barón, otorgado por el rey Alberto. Ya en la primera década del siglo XX, no obstante, su producción de obras nuevas disminuyó, y en general los críticos consideran los últimos cincuenta años de la vida de Ensor como un largo período de declive.
James Ensor está considerado como un innovador del arte decimonónico, y que influyó en Klee, Emil Nolde, y otros expresionistas y surrealistas del siglo XX. Sus paisajes están inspirados en el realismo y en el impresionismo
Su obra, actualmente diseminada, se caracteriza por una diversidad de materiales y de temas, como los retablos, los payasos y los arlequines.
Sus trabajos están representados de manera destacada en el Museo de Arte Moderno de los Museos reales de Bella Artes de Bélgica en Bruselas, y se exponen en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes. Una colección de sus cartas se conserva en los Archivos de Arte Contemporáneo de los Reales Museos de Bellas Artes de Bruselas.
La presencia de Ensor en colecciones españolas es muy limitada. Hay que mencionar el extraño bodegón La Virgen y la mundana, adquirido hace pocos años por el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Mientras las primeras obras de Ensor, como Música rusa (1881) y Los borrachos (1883), muestran escenas realistas en un estilo sombrío, su paleta posteriormente se aclaró y favoreció temas progresivamente extraños. Pinturas como Las máscaras escandalizadas (1883) y Esqueletos peleando sobre un hombre ahorcado (1891) muestran figuras con máscaras grotescas inspiradas en las que se vendían en la tienda de regalos de su madre durante el carnaval anual de Ostende. Desde 1880 hasta 1917, tuvo su taller en el ático de la casa de sus padres.
Durante los últimos años del siglo XIX, gran parte de su obra fue rechazada como escandalosa, en particular su pintura Entrada de Cristo en Bruselas (1888), pero sus cuadros siguieron exponiéndose, y poco a poco consiguió aceptación y aplauso. Para el año 1920 era protagonista de grandes exposiciones; en 1929 el compositor belga Flor Alpaerts acabó la «Suite James Ensor», y Ensor recibió el título de barón, otorgado por el rey Alberto. Ya en la primera década del siglo XX, no obstante, su producción de obras nuevas disminuyó, y en general los críticos consideran los últimos cincuenta años de la vida de Ensor como un largo período de declive.
James Ensor está considerado como un innovador del arte decimonónico, y que influyó en Klee, Emil Nolde, y otros expresionistas y surrealistas del siglo XX. Sus paisajes están inspirados en el realismo y en el impresionismo
Su obra, actualmente diseminada, se caracteriza por una diversidad de materiales y de temas, como los retablos, los payasos y los arlequines.
Sus trabajos están representados de manera destacada en el Museo de Arte Moderno de los Museos reales de Bella Artes de Bélgica en Bruselas, y se exponen en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes. Una colección de sus cartas se conserva en los Archivos de Arte Contemporáneo de los Reales Museos de Bellas Artes de Bruselas.
La presencia de Ensor en colecciones españolas es muy limitada. Hay que mencionar el extraño bodegón La Virgen y la mundana, adquirido hace pocos años por el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
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